Con este material trabajamos una descripción muy básica de pequeños monstruos.
Es un material muy estructurado, puesto que es muy intuitivo y sin posibilidad de error, puesto que cada rasgo de la descripción es del mismo color del monstruo al que se corresponde.
En estas pequeñas descripciones trabajamos: colores, partes del cuerpo como ojos, cabeza y extremidades, y emociones.
Además, se trabaja la numeración, nombrando cuantos ojos tiene, cuántas cabezas, extremidades, etc.
¿Cómo utilizarlo?
Cogemos únicamente una lámina. El niño va leyendo, una a una, las pequeñas descripciones y las va asociando en el lugar correspondiente a color, ojos, cabeza, extremidades y emoción.
Se trata de un inicio a la descripción. A partir de ella, poco a poco, se pueden ir quitando los apoyos y empezar con la descripción de personas, objetos y, más adelante, paisajes.